Lecturas




ORESTE SINDICI: 127 AÑOS DE OLVIDO


 GUILLERMO GONZALES RESTREPO

Justina murió un día de julio de 1894 cuando apenas tenía 46 años. La parca se llevo la inspiración, el soporte y el corazón de Oreste Sindici que esa madrugada perdió la agudeza de su oído para no escuchar el último suspiro de su amada esposa, pero en cambio, su prodigiosa voz se quebró por primera vez y las lágrimas rodaron por las mejillas como las aguas del Paguey por entre los guijarros.
Bien sabemos que fue Oreste Sindici el tenor romano nacido en una estrecha casona de la estrecha vía Della luce en septiembre de 1837, quien ordeno las  notas marciales del que a partir de octubre 28 de 1920, se convirtiera en el himno oficial de la república de Colombia . Pero lo que casi nadie sabe es que su esposa Justina Jannaut Chambarriere, fue quien lo  animo a emprender ese trabajo que sinceramente él no quería realizar, primero  porque su estilo era el de la composición litúrgica y dramática siguiendo la escuela de Verdi, Bellini y Donozzoti, y segundo, porque según se atribuye las estrofas del poema de Núñez “no eran lo suficientemente agresivas” como para un himno como se quería.

POCOS BIOGRAFOS

Poco menos desconocida es la historia de José Domingo Torres, un modesto empleado de Rafael Núñez, quien por congraciarse con su ídolo y protector, buscaba el favor de Sindici para que musicalizara los citados versos que aquel había compuesto en honor a Cartagena, su ciudad natal, en un anoche de insomnio. Como el tenor italiano no se intereso por el asunto, torres busco con afán a doña Justina, a quien si convenció para que influyera ante su marido que no tuvo más remedio que ponerse a trabajar sobre el asunto.
Han sido muy pocos los biógrafos de Sindici y entre ellos el más importante fue el historiador Miguel Aguilera, quien asegura que la primera interpretación de ese himno se efectuó en Bogotá el 11 de noviembre de 1887 durante la velada cultural que se llevo a cabo en el teatro de variedades con ocasión del aniversario de la independencia de Cartagena y a la cual asistió el presidente Núñez, su gabinete y el cuerpo diplomático.


EN MEDIO DE LA LIBERTAD:

Lo que Aguilera no consigna en sus escritos, es que fue en  la hacienda de  Prado de Nilo en donde Oreste saco la inspiración  para lograr las bellísimas notas de la canción épica nacional y que antes que se escucharan oficialmente en el “variedades” de la capital del país, las interpreto un domingo de agosto de hace ciento veinte siete años, bajo el ramaje de un tamarindo que aún se conserva en el costado nororiental del parque principal.
Restaurado se guarda en la parroquia el armonio que utilizo sindici para tocar su pieza cumbre en aquella localidad de Cundinamarca que tanto lo quiso y a la que estuvo vinculado por muchos años como que allí nació su hijo Oreste Justino Vicente María el mes de octubre de 1872, según consta en una partida de bautismo fechada el 25 de enero de 1873 que el mismo compositor adjunto al juicio de sucesión de su esposa que se adelanto en el juzgado primero del circuito de sumapaz con sede en fuságasuga.
Por su parte y en contravía de la tradición popular de aquel sosegado y tibio pueblo rodeado de inmarcesibles laderas y atalayas ciclópeas, Miguel Aguilera afirma que el canto inmortal fue escrito en una casa de la carrera 15 entre calles 14 y 15 de Bogotá de propiedad de la familia sindici Jannaut.
Para cualquier observador desprevenido que compare los sitios que se disputa la inspiración del maestro, es fácil deducir que la marcialidad de aquellas notas, broto  con mayor facilidad y fluidez en medio de la libertad, en espacios abiertos y bajo el copioso ramaje umbrío de un caucho real y un higuerón que todavía se mecen con vientos de recuerdo, que no en rutinarias paredes frías, acostumbradas de una casona de la vieja Santafé.

AMOR Y PENA

Estrechamente vinculado Oreste sindici Topai al municipio de Nilo a donde llego en busca de añil, de fortuna. Se había casado en Bogotá el 11 de febrero de 1886 con doña Justina Jannaut, hija de francés y cubana, dos  años después de su arribo a la capital haciendo parte de la compañía de opera de Egisto Petrilli. Tuvo tres hijos a quienes bautizo con nombres similares: Teresa  Eugenia Justina, nacida en Bogotá el 29 de noviembre de 1867; Oreste Justino Vicente María, nacido en Nilo en el mes de octubre de 1873  - la fe de bautismo no especifica la fecha exacta-; y Emilia Justina Eugenia, nacida en Bogotá el 1 de noviembre de 1878 los tres murieron solteros y sin descendencia.
Su vida se dedico al canto, a la composición de sacra bajo la protección de monseñor Vicente Arbeláez, arzobispo de Bogotá; a la enseñanza de música en las escuelas públicas y al cultivo y procesamiento de añil en su hacienda de prado, en Nilo empresa que prácticamente lo arruino económicamente y sentimentalmente porque fue allí donde murió su mujer el 17 de julio de 1894.
Después de 19 meses, el propio sindici destruido por el dolor y la soledad, presento personalmente un memorial solicitando la apertura del juicio de sucesión de Justina ante el juzgado primero del circuito del sumapaz con sede en fuságasuga, se declara allí que el bien a repartir entre los herederos de su finada esposa es la hacienda prado que fue avaluada por los peritos en $ 50.000 de ley, el 15 de septiembre de 1896.

MUERE EN BOGOTA

El expediente sucesoral que reposa pulcramente encuadernada en el archivo de la notaria de fuságasuga a cargo de Gonzalo de Godoy Matallana, consta de unos 100 folios aproximadamente. El patrimonio estaba afectado por deudas que ascendían a $18.423.07 suma que debía agregarse a los cambios ocasionados por el juicio y que fueron tasados en $568.92 que dando un capital liquido de 31.008.00 de los cuales al cónyuge sobreviviente le correspondían $15.504.00 y a cada uno de sus hijos de $5.168.00 . Se advierte que la equivalencia de los valores ante señalados fue repartida dividiendo el territorio integral de la finca que a decir verdad estaba bien explotada.
Oreste el tenor lirico italiano murió en Bogotá el 13 de enero de 1904 a la edad de 67 años, 40 de los cuales vivió en Colombia.
Sindici, como colon, jamás supo de la importancia real de su obra que hoy, un siglo después hace estremecer de emoción patriótica a los colombianos que todavía le estaban debiendo un monumento a su memoria.
¡Estos sí que son  127 años de soledad!

NUÑEZ SINDICI: UNIDOS POR SIEMPRE

Oreste sindici nació en Roma en 1837 y  murió en Bogotá en 1904 de 67 años, Rafael Nuñez nació en Cartagena en 1825 (12 años mayor que sindici) y murió allí también, en 1894, a los 69 años de edad.
Sindici había llegado a Bogotá en 1864 como integrante de una compañía de opera: el amor lo ato para siempre en Colombia cuando se caso con la bogotana Justina Jannaut, después de nacionalizarse. Tuvieron tres hijos: Oreste, Eugenia y Emilia. El hijo murió muy joven, al tomar parte de una rebelión contra el gobierno que se levanto en el Tolima.
Fuera de los honores que se le brindaron a Sindici por ser el autor del himno, no recibió ningún reconocimiento económico. Se ayudaba con las clases de música que impartía en varias escuelas públicas y con el producto de una pequeña finca que tenía en Nilo, en donde cultivaba quina. El negocio fracaso y después de pasar por grandes penurias, murió en total pobreza.
Sindici y Nuñez se parecían un poco físicamente, ambos llevaban barbas, aunque la de Nuñez era un poco más larga y espesa, y temperamentalmente se decían que eran idealistas, soñadores y desinteresados por el dinero.
En vida no tuvieron mucha relación, tal vez porque no imaginaron que quedarían unidos para siempre, en la historia nacional.

EL HIMNO NACIONAL
¿FRUTO DE LAS CASUALIDADES?

Ketty cuello de lizarazo.
Club Bruselas: billar, café. Así se reza el anuncio de la cantina de la mala muerte, cuya pared del frente y a pocos centímetros de este aviso sobresale una placa conmemorativa que en letras destacadas dice “la república consagra a la a veneración ciudadana esta casa donde Oreste sindici escribió la música  inmortal del Himno Nacional Colombiano”.
La veneración a la casa que la academia de historia solicita, solo se brindan cada noche ebrios, jugadores de billar y mujeres de vida disipada, que deben ser los asiduos del lugar. Ubicada en Bogotá, en barrio voto nacional (en la carrera 15 entre calles 14 y 15), se destaca de los demás precisamente por la placa de mármol, cuyo esplendor contrasta con tanta miseria y olvido. Sorprende que la academia de historia asegura que en esa casa compuso sindici la música de nuestro himno, ya que según la tradición, Nilo, municipio de Cundinamarca donde sindici tenía su finca, fue el lugar que se inspiro el músico para crear tan bellas notas.
El 11 de noviembre de 1887 – hace 127 años – se interpreto por primera vez en Cartagena el himno nacional, pese a las críticas, este fue calando poco a poco en los sentimientos de los colombianos. Hoy hace vibrar de emoción patriótica a todos.

¿Fue casualidad que Rafael Nuñez hubiera sido el autor de la letra del himno Nacional de Colombia? Cuando Nuñez hizo este poema épico, siendo presidente de la república en 1880, su intención era darle rienda suelta al poeta que vibraba en el, jamás alcanzo a imaginar que esa poesía se convertiría, siete años después en himno nacional y mucho menos, que llegaría a cumplir 127 años.
En esa ocasión, los maestros Delgado y Fortich le adaptaron música para interpretarlo en una elegante fiesta bogotana junto con otros himnos y aunque fueron aplaudidos con entusiasmo, no trascendieron los elogios de esa noche.
Parece que también fue propicio el hecho que se hubiera declarado desierto el concurso de himnos que el propio presidente Nuñez convocara en 1881, con el fin de escoger un himno patrio.
Pese a la necesidad de unas notas marciales que hicieran vibrar de emoción patriótica a los colombianos, se extraño que no se hubiera impuesto uno de seo himnos que se venían escuchando desde tiempos atrás. También podría parecer casualidad que siete años más tarde, en 1887, a José Domingo Torres, bogotano se le hubiera ocurrido desplomar la poesía de su gran amigo el presidente Nuñez, guardaba desde 1880, irse al a casa de Oreste Sindici en Bogotá, para solicitarle le pusiera música marcial, con el objeto de rendir un homenaje al presidente y a su esposa, Soledad Roman, en los festejos del 11 de noviembre. En principio, sindici no le dio importancia a la propuesta de José Domingo. Solo días después decidió complacerlo en vista de la insistencia de Justina, su esposa, quien además se ofreció a colaborarle, ya que ella también era música.
Desde ese 11 de noviembre de 1887, cuando con acompañamiento de coro y orquesta dirigidos por el propio sindici, se interpreto por primera vez nuestro himno, tal y como lo conocemos hoy, pues no tuvo ninguna variación posterior de importancia, la Ciudad Heroica vibro unánimemente y le brindo una acogida total sin precedente. Un mes más tarde, el 6 de diciembre, paso la prueba de fuego en Bogotá, cuando se interpreto frente al palacio de San Carlos ante las autoridades y un numeroso público. Desde entonces se interpreto con igual éxito en todo acto público y fue calando hondamente en los sentimientos de los colombianos, hasta que el presidente Marco Fidel Suarez lo declaro como Himno Nacional.

SURGEN CRÍTICAS

La música que compuso sindici para el himno nacional fue catalogada como una de las más bellas. Sin embargo, se dice que no encaja a la letra y por eso al cantarla se siente forzada. No seduce esto en una buena ejecución de coro y orquesta cuando se le coloca la perfecta medida al ritmo.
Cuando el escritor Eduardo Lemaitre afirma que “la música del himno es demasiado italiana” y muy poca criolla, no parece objetivo. Un himno necesita ritmo de marcha y que se sepa, en nuestra música no hay ninguna que se le parezca, a no ser que le hubiera puesto música de bambuco, lo cual sería fatal.
En cuanto a la letra, como fue obra del entonces presidente de la república (Nuñez fue cuatro veces presidente de Colombia: 1880, 81, 84, 87, 88), la criticas tardaron en surgir, pero pasado algún tiempo comenzaron a catalogar el texto de “rebuscado”, “extenso”, “ajeno a nuestro sentir” y algunos opositores llegaron hasta el extremo de llamarlo “himno Nuñez” y no himno nacional y de quedarse sentados al escucharlo.
Afortunadamente esas críticas ya no hacían mella porque el himno había calado y las cosas muchas veces, se imponen más por viejas que por buenas. Todo esto queda,  atrás y con defectos o no,  nuestro himno es lo que más une y conmueve a los colombianos, aunque ni si quieran sepan aun que quiere decir  “inmarcesible”, ni que cosa son los “ciclopes” y “centauros”, ni entienden en donde carambas se producen los “ciprés” de nuestra tierra, como para que a la virgen le quedara tan fácil escoger ese árbol para colgar sus cabellos, habiendo tanto matarratones, sauces y guaduales.
En los colegios poco se ocupan de dar una explicación a los alumnos, de tal manera que de generación en generación, hemos ido aprendiendo el largo poema y cantándolo como loros, sin penetrar en su significado y exegetas que llevan hacerlo.

Que contiene el Himno Nacional

El himno nacional contiene los hechos más gloriosos de nuestra guerra de la independencia, con la publicación de los derechos del hombre, la batalla de Boyacá, la muerte gloriosa de Girardot en la Bárbula, el sacrificio de san mateo, las batallas de Junín y Ayacucho.


Quienes compusieron el Himno Nacional

El doctor Rafael Nuñez, escribió la letra.
Oreste Sindici (italiano) escribió la música.
El Himno Nacional está catalogado entre los cinco mejores del mundo.

Explicación del Himno Nacional

Nuestro Himno Nacional es uno de los mejores cantos patrióticos, ocupa el segundo puesto después de la marsellesa (Himno a Francia).


Coro
¡Oh gloria inmarcesible!
¡Oh jubilo inmortal!
En surco de dolores
El bien germina ya.
Coro: entonación valiente

Gloria: Placer, esplendor, majestad.
Inmarcesible: Que no se marchita.
Jubilo: Gozo, alegría.
Inmortal: Que no se muere.
Surcos: Hendidura que hace el arado en la tierra.
Germina: Comenzar a crecer.

Quiere decir: el placer que no se marchita, el gozo, la alegría que no muere por tener una patria libre después de la época terrible en que este suelo se empapo con sangre y lagrimas de todos los americanos y por fin vino la libertad.


                                                                                  I. Estrofa

Ceso la horrible noche
La libertad sublime
Derrama las auroras
De su invencible luz.
La humanidad entera
Entre cadenas gime
Comprenden las palabras
Del que murió en la cruz.


Evocadoras sin decadencia.

Ceso: Termino.
Sublime: Excelso, grande.
Derrama: Repartir.
Aurora: Amanecer, primeros tiempos de una cosa.
Invencible: Que no puede ser vencido.
Gime: Voz lastimera.


Quiere decir: termino la terrible guerra de independencia y llego el die grande en que todos los pueblos de América principiaron hacer libres y acabaron con la esclavitud. Las palabras de Jesucristo fueron de fraternidad, de piedad: “amaos los unos a los otros”; sin distingo de clases sociales.

II. HEROICA

¡Independencia! Grita
El mundo americano:
Se baña en sangre de héroes
La tierra de colon.
Pero este gran principio
El rey no es soberano
Resuena y los que sufren
Bendicen su pasión.

La independencia fue continental. En toda América hubo héroes que derramaron su sangre por la libertad.
Donde hay rey no hay igualdad y los americanos querían la igualdad y por eso basándose en sufrimientos la consiguieron.

III. EVOCADORA
Del Orinoco al cauce
Se colma de despojos,
De sangre y llanto un rio
Se mira allí correr.
En Bárbula no saben
Las almas ni los ojos
Si admiración o espanto
Sentir o padecer.

Se refiere a la campaña de los llanos de Venezuela y Colombia, bañados por el Orinoco y en donde nuestros patriotas sufrieron muchas penalidades. Bárbula, monte de Venezuela donde murió Atanasio Girardot y   se mira esta acción con admiración por el valor del héroe y al mismo tiempo con dolor; Girardot era casi un niño.


IV. ELEGAICA (Triste)

A orillas de Caribe
Hambriento un pueblo lucha
Horrores prefiriendo
A pérfida salud.
¡Oh si de Cartagena¡
La abnegación es mucha
Y escombros de la muerte
Desprecian su virtud.

Se refiere al sitio de Cartagena que fue uno de los acontecimientos más espantosos de la llegada de Morillo.
Murieron más de seis mil habitantes y el hambre y la peste redujeron a los vivos a una situación lastimosa. Los defensores huyeron, y unos murieron en el mar; otros cayeron en poder de los españoles y unos pocos llegaron a las Antillas.

V. HEROICA
De Boyacá en los campos
El genio de la gloria
Con cada espiga un héroe
Invicto corono.
Soldados sin coraza
Ganaron la victoria
Su varonil aliento
De escudo le sirvió.


Se refiere a la batalla de Boyacá. El genio de la gloria, bolívar y cada asoldado fue un héroe. Coraza era una armadura que usaban los soldados; pero en Boyacá estaban casi desnudos y el valor les sirvió de escudo. 


VI. EPICA (Gran heroísmo)

Bolívar cruza el ande
Que riegan dos océanos
Espadas cual centellas
Fulguran en Junín.
Centauros indomables
Descienden a los llanos
Y empieza a presentirse
De la epopeya el fin.

Se refiere al paso de bolívar con sus ejércitos por las cordilleras de los países que liberto y estos países entre el océano atlántico y el pacifico. Centella, chispa eléctrica.
Comprara las espadas de los soldados que lucharon en Junín, con los rayos.
Centauros: monstruos fabulosos mezcla de de hombre y caballo. Como seres fabulosos se lanzan a la lucha y con este triunfo va teniendo fin la guerra.



VII. EPICA
La trompa victoriosa
En Ayacucho truena
Y en cada triunfo crece
Su formidable son.
En su expansivo empuje
La libertad se estrena,
Del cielo americano
Formando un pabellón.


Se refiere a la batalla de Ayacucho, ocurrida el 9 de diciembre de 1824. Los principales héroes fueron: Sucre y Córdoba.
El general López llama al día de la batalla de Ayacucho: el más grande y famoso de América que se sello los derechos de los hijos de América del sur, como miembros activos y responsables de la familia humana. Sucre dijo: la batalla del Perú está terminada; su independencia y la paz de América se han firmado en este campo de batalla.


VIII. TRISTE

La virgen sus cabellos
Arranca en agonía
Y de su amor viuda
Los cuelga del ciprés.
Lamenta su esperanza
Que cubre loza fría,
Pero glorioso orgullo
Circunda su alba tez.


Comprara el poema a las mujeres de la época de la independencia con las mujeres griegas. Cuando estas perdían a sus seres queridos, cortabasen los cabellos en señal de duelo, para adornar con ellos el féretro del desaparecido.
Aquí la madre veía a sus hijos, a su esposo subir al cadalso o marchar a la guerra. La hermana al hermano, la novia a su prometido; pero preferían es sufrimiento a la esclavitud.

IX. FILOSOFICA

La patria así se forma
Termopilas brotando;
Constelación de ciclopes
Su noche ilumino.
La flor estremecida,
Mortal el viento hallando,
Debajo los laureles
Seguridad busco.

Termopilas: desfiladero largo y estrecho que defendieron los espartanos con su rey Leónidas con gran valor; pero fueron traicionados y perecieron. Santander a la vanguardia, abrió el paso en paya, para la gloriosa batalla de Boyacá; venciendo un destacamento de 300 españoles y llego a la historia el nombre de “termopilas de paya”. Sin Boyacá no hubieran sido: ni pichincha, ni Junín, ni Ayacucho y como el país quedo en ruina y desorden tuvieron los militares que organizarlo y el general  Santander no solo un gran militar, sino que también gran estadista que organizo el país por los cauces de la legalidad y la disciplina. 

X. FILOSIFICA

Más no es completa gloria
Vencer en la batalla
El brazo que combate
Lo anima la verdad.
La independencia sola
El gran clamor no acalla
Si el sol alumbra a todos
Justicia es libertad.


No es la gloria completa el vencer, si no va esa victoria acompañada de beneficios para todos. No era el hecho de acabar con el gobierno español, sino de formar un gobierno para todos, así las leyes de justicia deben ser para todos.


XI. HEROICA
Del hombre los derechos
Nariño predicando,
El alma de la lucha
Profético enseño.
Ricaurte en San Mateo,
En átomos volando,
Deber antes que vida con llamas escribió.

Esta estrofa se refiere al general Nariño, precursor de la independencia colombiana quien tradujo “los derechos del hombre” y fue como un profeta que vio como debía ser el gobierno y la manera de unirse para triunfar; pero no fue comprendido.
La otra parte se refiere a la muerte del joven Ricaurte defendiendo la casa de San Mateo, donde prendió fuego a la pólvora y quedo convertido en cenizas, para defender a Bolívar y el ejército campado en el pueblo de San Mateo.

Cómo y cuándo se debe entonar el Himno Nacional.

Las bandas de músicos de las fuerzas militares entonaran el Himno Nacional solamente en las siguientes circunstancias:

Ø  Al rendir honores al santísimo.
Ø  Al izar y al arriar el pabellón nacional.
Ø  Al rendir honores a las banderas de guerra conducidas por las fuerzas militares.
Ø  A todos los actos a los cuales concurra el señor presidente de la república o el encargado del órgano ejecutivo, tanto al llegar como al retirarse.
Ø  Cuando se rinden honores a los restos de presidentes y ex presidentes de la república.
Ø  Al izar por primera vez el pabellón nacional en un buque de guerra. Si esta ceremonia se efectúa en puerto extranjero, se ejecutara también el himno nacional del país en el cual se lleva a cabo la ceremonia.
Ø  Al rendir honores a los miembros del cuerpo diplomático, el día de presentación de credenciales.


Además de las ocasiones ya anotadas, se autoriza tocar o cantar el himno nacional por colegios, escuelas y ciudadanía en general, en los siguientes casos:

Ø  En actos solamente relacionados con la opinión pública o fiestas deportivas patrocinadas por entidades oficiales.
Ø  En ceremonias oficiales que revistan carácter patriótico tales como Te Deum, inauguraciones de estatuas, monumentos etc.
Ø  El 20 de julio, 7 de agosto, 12 de octubre y 11 de noviembre.

En recepciones de naves marítimas y aéreas extranjeras, en visita oficial al país.
Ø  En los planteles de educación y en aquellos establecimientos que se considere necesario, deberá practicarse la ejecución y el canto del himno nacional para fomentar el espíritu patriótico de los ciudadanos.
Deberes de los ciudadanos frente al Himno Nacional.

El Himno Nacional como canto de la patria debe escucharse de pie, con los brazos sueltos a los lados, con absoluto respeto, suspendiendo durante su ejecución o canto cualquier actividad y los hombres con la cabeza descubierta.


HIMNO

Un himno es un canto o textonarrativo que, al igual que la oda, expresa sentimientos positivos, de alegría y celebración. En un principio fue una composición coral, para después perpetuarse como género de poesía latina en la Edad Media. El vocablo deriva del idioma griegoὕμνος (hymnos) y pasó a casi todas las lenguas de Europa en un mismo sentido o significación.
Es además la representación musical o literaria de un acontecimiento tan elevado que produce la necesidad de plasmarlo en música o texto.
Un himno puede estar dedicado a un dios, un santo, un héroe o a una persona célebre. También puede estar dedicado a celebrar una victoria u otro suceso memorable o a expresar júbilo o entusiasmo. Asimismo puede ser una composición musical que identifica a una colectividad, una región, un pueblo o una nación y que une a quienes la interpretan. Estos últimos himnos suelen ser, o bien marchas, o bien poemaslíricos. Las marchas suelen festejar victorias militares.

Historia

Entre los himnos más antiguos se encuentran los himnos reales sumerios (finales del III milenio a. C.), el Gran Himno a Atón, compuesto por el faraón Ajenatón en el Antiguo Egipto, los Vedas, una colección de himnos en la tradición del hinduismo, los salmos, una colección de canciones del judaísmo, y los Gathas, himnos en honor a Ahura Mazda.
La más antigua obra anotada completa de música antigua es una canción hurrita, un himno escrito en cuneiforme ugarítico silábico dedicado a la diosa Nikkal.1
La tradición occidental de los himnos se inicia con los himnos homéricos, una colección de himnos antiguos griegos, que fueron escritos en el siglo VII a. C., alabando a las deidades de la religión de la Antigua Grecia. Se ha conservado una colección de seis himnos literarios (Ὕμνοι) del poeta alejandrino Calímaco del siglo III a. C..
Los griegos engalanaron el himno con los ritmos de la poesía y con los melodiosos encantos de la música. Tenían muchos tipos de himnos: el invocativo, el laudativo, el admirativo, el votivo, el teogónico y el filosófico. Los himnos de Orfeo pertenecen al género invocativo. Los compusieron también de diferentes géneros Homero, Cleanto, Calímaco, Teócrito, Anacreonte, Tirteo, Safo, Simónides, Píndaro y otros. Los coros de la tragedia griega no eran otra cosa que himnos o invocaciones.
El himno profano llegó al más alto grado de perfección con Carmen saeculare de Horacio, compuesto por orden de Augusto para la celebración de los ludisaeculares del año 17 a. C., en el que un coro de mancebos y de doncellas cantaban alternativamente este himno de alabanza a los dioses Apolo y Diana.
En Oriente, en el tabernáculo de Yahvé resonaron por vez primera las alleluyas (alabar a Yahvé) compuestas por los legisladores, los sacerdotes y los reyes. Estos cánticos referían y celebraban la grandeza de su deidad, su poder, su justicia, su inmensidad y su sabiduría infinita.
Los himnos más antiguos que se conocen son los de Moisés y de Débora, la profetisa que cantó uno en acción de gracias al Dios hebreo, 2710 años antes de la actual era. Esdras ha recogido en la Biblia el mayor número de cánticos hebreos con este epígrafe: Sepertheillim, es decir, libro de las alabanzas.
Se cantaban los himnos al son de las cítaras y de las flautas por coros alternativos; el primero cantaba el himno, y el otro, en determinados intervalos, repetía un dístico de intercalo o un refrán, imitando de este modo a los serafines, a quienes los profetas habían oído cantar alternativamente: Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos. Cuatro mil levitas, cuyo jefe era Asaph, celebraban por turno estos cánticos en el templo de Yahvé bajo los reinados de David y de Salomón, dos celebérrimos himnógrafos de Israel,porque si.

Himnos Latinos 

Desde los primeros siglos de la Era cristiana se introdujo en las ceremonias religiosas el uso de cantar salmos e himnos. La creación de la himnodia se atribuye a San Ambrosio (397), que compuso una infinidad de ellos llenos de unción, sublimidad y energía. Posteriormente le seguirían San Benito y el movimiento monástico por él impulsado hasta que el himno se aceptó para los oficios divinos.
Algunos papas como Inocencio III, Clemente VII y San Gregorio los hicieron de una majestad sublime. Entre los cientos que usa la Iglesia católica citaremos el Stabat Mater, producción de Inocencio III, que también compuso el VeniSancteSpiritus; el Diesirae, composición del franciscano Tomás Celano; o el Ave maris stella, que salió de la pluma de San Bernardo.
Pero los himnos que descuellan por la majestad, sublimidad y augusta locución en las ideas son los que compuso el doctor de la Iglesia Santo Tomás de Aquino para el rezo del Santísimo sacramento y festividad del día del Corpus; así, el Pangelingua.


De los primitivos himnos, cuando la música era puramente melódica se pasó posteriormente a melodías de canto llano y no se compondrán himnos en estilo polifónico hasta el siglo XIII. La obra más famosa será la compuesta por Palestrina en 1589: Hymnitotiusanni.

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